lunes, 16 de noviembre de 2009

Crónica de una injusticia:

Jacinta Francisco fue detenida con engaños por el ministerio público, pues fue llamada a declarar por podar un árbol, desde entonces permanece en prisión...

Un 26 de marzo del 2006, en un pequeño pueblo, de Queretaro, llamado Santiago Mexquititlan, empieza un caso peculiar, cual pelicula mexicana llena de drama y suspenso, una mujer indigena otomi de nombre Jacinta de 44 años de edad en ese entonces, junto con dos mujeres mas; Alberta Alcantara y Teresa Gonzales , privaban de su libertad a 6 miembros de la agencia federal de investigaciones (AFI), y si se combertian con ese echo atros en unas secuestradoras, y claro, la justicia con el rigor acostumbrado se disponia a actuar.

Pero, que habia de singular en esta historia, en donde no engranaba, por que se combertia Jacinta y estas dos mujeres mas en un emblema de las anomalias del sistema judicial mexicano; una respuesta clara, preciza, dura, cual era en si el verdadero delito de estas mujeres, fue su condición de género, su identidad étnica y sus circunstancias sociales de marginación, que las inculpo, con pruebas sin fundamento, y versiones contradictorias, un juez llamado Rodolfo Pedraza, las condena a 21 años de prision, acabando con ello, talvez la ilucion de estas mujeres, pero el espiritu de libertad y el valor de saberse inocente, hace que jacinta llame la atencion de organizaciones internacionales a favor de los derechos humanos, como el caso de Amnistia Internacional, o de la Organizacion Mundial Contra la Tortura, fue el echo de la multiple violacion de los derechos humanos que se realizo encontra de estas feminas, al enjuiciarlas sin pruebas refutables, fue la magnitud de un caso que confirma desafortunadamente la vulnerabilidad de los indígenas, y en particular de las mujeres indígenas, quienes sufren con mayor intensidad los fenómenos de exclusión y de marginación del sistema de justicia.

Hoy despues de tres años de carcel, despues de tres años de sufrimiento, despues de tres años de ser participes de una conspiracion nuevamente del sistema de justicia mexicana, hoy Jacinta recupera su libertad, una libertad prometedora, que no cierra sino comienza un camino de lucha a favor de los derechos humanos, "ahora puedo reir" se oye de su propia voz con un sentimiento de dolor y coraje, tres años que nadie se los repara, por un delito de secuestro que nunca se adjudico, en donde no fue un error simplemente fue una decision mal tomada.

Lo que nos queda claro es que la excarcelación de alguien que como ella ha estado injustamente detenida debe ir acompañada por una reparación integral, que incluya una rehabilitación y una adecuada compensación por el daño causado, así como también por la no repetición de hechos como los cometidos contra ella.

"jamas hubo secuestro"
Publicado Por: Angel

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